Una mujer en el asiento del conductor

Formando y contratando solo a conductoras, un servicio de taxis en Bombay proporciona a las mujeres habilidades, trabajos e independencia mientras que ofrece a las pasajeras una sensación de seguridad

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Viira es un programa que capacita a las mujeres para ser taxistas, lo que les da la oportunidad de no depender economicamente de alguien.

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Las taxistas tienen mucha demanda de mujeres, tomando en cuenta los antecedentes de seguridad de las mujeres en India, donde hay una violación cada 20 minutos.

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A un grupo de mujeres en India trabajar como taxistas les ha permitido mejorar su vida y la de sus hijos.



Por Raksha Kumar / Sparknews

El semáforo se pone verde y Rupa Swali retoma la marcha por la autopista oeste de Bombay, teniendo cuidado de evitar el enjambre de motos y bicitaxis que le cierra el paso. De repente, un autobús descontrolado aparece en dirección contraria y pasa muy cerca de ella tocando el claxon. Swali está acostumbrada a esto y pisa el freno justo a tiempo, después echa un vistazo a la pasajera en el asiento trasero para comprobar su reacción. Afortunadamente la mujer parece absorbida por su iPhone e inconsciente del peligro que acaban de evitar.

Conducir en la jungla del tráfico de Bombay se ha convertido en la segunda naturaleza de Swali, que conduce un taxi para ganarse la vida. Pero hasta hace cuatro años nunca se había subido a un coche y mucho menos conducido uno. Fue entonces cuando decidió dejar a su marido tras 19 años de maltrato físico. Aunque nació y creció en Bombay, la capital comercial de la India, no estaba cualificada ni segura de cómo ganarse la vida. Se sentía sola, asustada e impotente. Y, por si eso fuera poco, tenía una hija adolescente de la que ocuparse.

"Quería un trabajo que pudiera proporcionarme dignidad y seguridad financiera", dice. Casi al mismo tiempo, una gestora profesional llamada Preeti Sharma Menon estaba buscando crear una organización que pudiera ayudar a las mujeres a ser autosuficientes. De los casi seis millones de mujeres que viven en esta ciudad cerca de la mitad son jornaleras que viven en la calle o en pequeñas chabolas.

Menon creó Viira Cabs ("Viira" significa mujer valiente) en junio de 2011 para proporcionar un empleo estable y digno a las mujeres menos privilegiadas. Seis meses antes lanzó el Programa de Autoescuela Viira; Swali fue una de las primeras 200 mujeres a las que enseñó a conducir. Después de un riguroso programa gratuito de seis meses, 80 consiguieron sus licencias. Algunas han conducido para Viira Cabs desde entonces. (El programa de formación ha sido reducido ahora a sólo 12 semanas).

Hoy en día Viira Cabs cuenta con una flota de 16 taxis ecológicos y unas 20 conductoras que ganan una media de 15.000 rupias al mes (240 dólares) trabajando en turnos de día y de noche. A pesar de que ya existen algunos servicios de taxis conducidos solo por mujeres en el país, Viira es el único que ofrece una formación integral, incluyendo aseo personal, modales y autodefensa. Cada conductora está equipada con un espray de pimienta y un sistema GPS en caso de aleras de pánico.

El servicio ofrece algo más que solo habilidades y trabajos. En un país donde la violencia contra las mujeres es frecuente, proporciona una fuente de confort para las pasajeras. De acuerdo con el gobierno, una mujer es violada cada 20 minutos en la India. Y esas son sólo las cifras que se denuncian. La India fue catapultada a la infamia en diciembre de 2012 tras la brutal violación en grupo de una estudiante en un autobús en marcha en Delhi. Más tarde la mujer murió por las heridas. Dos años después una ejecutiva de 27 años fue presuntamente violada por un conductor Uber en Nueva Delhi, el juicio está en curso.

"Teniendo en cuenta los antecedentes de la seguridad de las mujeres en el país, creo que los servicios de taxis conducidos solo por chicas dan tranquilidad a muchas mujeres que viajan solas, especialmente por la noche", dice Menon. Su intuición estaba en lo cierto. Viira tiene cientos de clientes leales como Revati Sharma, de 32 años, que vive en un suburbio de Bombay. "Mis padres se vuelven completamente paranoicos cuando voy sola al trabajo", dice, "pero trabajo en una agencia de publicidad donde no hay horarios. Cuando vuelvo a las 3 de la madrugada suelo encontrarme a mi madre esperándome ansiosa en la puerta. Ahora llamo a Viira cuando tengo que volver tarde por las noches. Y, francamente, estoy mucho más relajada si conduce una mujer. Incluso puedo quedarme dormida".

Las personas mayores y con movilidad reducida también son un gran porcentaje de los clientes de Viira, que alegan que las conductoras son más consideradas ayudándoles a entrar y salir de los vehículos. Las que fueron una vez los miembros menos respetados de sus familias y sus comunidades, hoy se encuentran entre las más importantes. Sus ingresos han ayudado a financiar la educación de sus hijos; la hija de Swali ahora es veterinaria. Las conductoras se quedan con los coches y cuando Swali lleva su taxi al semi-suburbio donde vive sus vecinos la tratan como a una famosa.

Pero Menon dice que también hay desafíos como el coste de la formación y el alto porcentaje de abandono. "Las mujeres que empleamos vienen de familias de bajos ingresos. La mayoría de ellas cuidan a los miembros de sus familias así que cuando alguien enferma o muere son las primeras en dejar sus trabajos". Mientras busca a otros inversores, Menon mantiene el negocio a flote con su propio dinero. Puede que lo tenga que cerrar a pesar de la evidencia de que la necesitan. Ya se siente mal por rechazar a clientes. "Hay más demanda de la que podemos admitir", dice.

Para más información
Página web: http://viiracabs.com/
Vídeo: http://www.sparknews.com/en/video/viiracab-taxi-service-women-women