Un abrazo virtual para personas con necesidades especiales
La T. Jacket, como se le conoce, es un chaleco de presión táctil profunda que usa bolsas de aire en su interior para simular un abrazo a los que la llevan.
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Chow Jing Kai, de 8 años, diagnosticado con autismo leve cuando tenía dos, es uno de los beneficiados.

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La chaqueta puede ser controlada mediante una aplicación de Smartphone a través del bluetooth.

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El doctor James explica a la familia del pequeño Chow las bondades de la T. Jacket.

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El doctor James Teh muestra la T. Jacket.


Por Olivia Ho / The Straits Times

¿Desearías abrazar a un ser querido que no está cerca? Eso es lo que se le pasó por la mente al doctor James Teh cuando estaba saliendo con una azafata de Singapore Airlines, ahora su mujer, hace seis años. “La echaba de menos cuando estaba viajando por el mundo. Y soy científico. Cuando afronto mis problemas, intento resolverlos de forma creativa”, dice este ingeniero informático y electrónico, investigador en la Universidad Nacional de Singapur (NUS).

Y esa idea se convirtió en algo mayor, una chaqueta que puede “abrazar” de forma remota a personas con necesidades especiales para calmarles y consolarles. La T. Jacket, como se le conoce, es un chaleco de presión táctil profunda que usa bolsas de aire en su interior para simular un abrazo a los que la llevan. Mientras que ya hay inventos similares en el mercado, este es el primero en el mundo que puede ser controlado mediante una aplicación de Smartphone a través del bluetooth. Tiene un alcance de 10 metros.

Puede ayudar a personas con problemas de ansiedad, trastorno del espectro autista, hiperactividad por déficit de atención o demencia a hacer frente a sus ansiedades y a mejorar su capacidad de atención. El doctor Teh, de 34 años, dice: “la chaqueta puede usarse de forma muy discreta, lo cual es muy conveniente, y aplicar diferentes niveles de presión ayudando a sus portadores a ser más funcionales en sus vidas cotidianas”.

El chaleco es el producto estrella de la empresa emergente de Singapur T.Ware, cofundada por el doctor Teh con sus compañeros graduados en la NUS en el 2011. Hasta ahora han vendido unos 500. Hoy la T.Jacket, que se fabrica en China, se usa en ocho países y territorios, incluyendo Australia, Indonesia y Taiwán. Entre sus clientes en Singapur se encuentran más de 20 escuelas de necesidades especiales, hogares y centros de terapia incluyendo los gestionados por el Movimiento de Personas con Discapacidad Intelectual de Singapur y la Asociación de Personas con Necesidades Especiales. El doctor. Teh estima que la invención ha ayudado a unas 600 personas y cuidadores en el mundo.

Su idea inicial era más modesta. Quería diseñar una interfaz con la que los padres pudieran “abrazar” a sus hijos cuando estaban trabajando o viajando en el extranjero. Pero una visita casual de un centro autista le convenció de que la tecnología podría servir para un fin mayor. El doctor. Teh, jefe ejecutivo de T.Ware, dice: “en ese momento me di cuenta de repente de que esa tecnología era real, que era útil para los demás”.

Alex Liau, de 32 años, director clínico del centro de terapia de necesidades especiales Nature Pods, dice que la T.Jacket ha sido efectiva para muchos de los niños con los que trabaja. “Al principio están muy inquietos. Les gusta arañar las superficies, pellizcarse, incluso algunos se muerden a sí mismos. La chaqueta aplica presión en los principales músculos para relajarlos”, dice. “La versatilidad de la T.Jacket la diferencia de otros objetos terapéuticos”, añade. Otras alternativas incluyen prendas que son muy pesadas. Liau señala: “el objetivo no es llevar el chaleco para siempre. Una vez que el niño muestra un mejor comportamiento, podemos reducir la presión. Y al final pueden prescindir de la T.Jacket que puede ser usada por otros niños”.

Entre estos niños se encuentra Chow Jing Kai, de 8 años, que fue diagnosticado con autismo leve cuando tenía dos. Antes, cuando se ponía nervioso, rodaba por el suelo, lanzaba objetos y comenzaba a gritar. Durante sus arrebatos, su madre Annie Tan, de 45, le abrazaba fuertemente, la presión de su tacto le calmaba. Pero esta oficinista no podía estar siempre cerca para hacerle eso a su hijo. Hace aproximadamente un año, su hijo empezó a usar la T.Jacket. Su terapista o su profesor en la escuela le ayudan a activar el chaleco. Jing Kai puede hacerlo también él mismo. La señora Tan dice: “La chaqueta es como una persona que le abraza. Él se siente seguro y se calma muy rápido. Como madre, es menos estresante también para mí”.

Hay dos versiones del chaleco: la básica, que cuesta 549$, y la versión premium, que ofrece un mayor control personalizado de presión, que se vende por 799$. Patrocinado por el DBS Bank, permite a T.Ware venderlos a precios subvencionados de 250$ o menos para los socios locales. El doctor Teh espera enviar “abrazos” a más gente en todo el mundo. T.Ware, que ya distribuye en Singapur y Japón, encontró un nuevo distribuidor para Alemania y Bélgica en marzo. Ahora está en proceso de conseguir un distribuidor en Suecia para los países escandinavos.

Además, el chaleco está siendo sometido a pruebas por las agencias gubernamentales de Estados Unidos para ver si puede ayudar a los ex soldados con trastornos de estrés postraumático. “Estamos orgullosos de que, como singapurenses, hemos sido capaces de hacer algo tan útil como esto. Definitivamente sentimos que hemos creado algo verdaderamente revolucionario”, dice.

oliviaho@sph.com.sg
Para más detalles : http://www.mytjacket.com/